SOBRE CANTANTES Y EVANGELISTAS
En los últimos tiempos he hablado con cantantes y evangelistas que se sienten frustrados porque las iglesias no los invitan. Uno me dijo, voy a dejar la música, me cansé de hablar con los pastores y ofrecer mi ministerio. Un predicador se enojó conmigo porque me contactó varias veces y no pudimos arreglar su visita a nuestra iglesia. He sentido carga por este asunto porque en los comienzos de mi ministerio yo andaba de iglesia en iglesia con mi guitarra al hombro. Pero los tiempos han cambiado. Yo he observado un par de cosas:
1)Hoy en día, en muchas iglesias los pastores predican sermones en serie, es decir toman un tema y enseñan todo el mes distintos aspectos de ese asunto. Esto les permite profundizar más sobre un tópico y llevar su congregación en un proceso. Quebrar ese proceso para poner en medio un predicador invitado que va a hablar de cualquier otra cosa, es algo que muchos pastores no están dispuestos a hacer.
2)Cada pastor desarrolla un estilo de comunicación con su gente, un determinado uso del tiempo y manera de ministrar, que cuando llega un predicador invitado a veces se produce un choque y las personas se sienten confundidas participando de algo completamente diferente a lo que están habituados. Hoy en día en muchos lugares la gente prefiere que predique el pastor. No se trata de personalismos, sino de confianza.
3)En estos días muchas iglesias han alcanzado niveles de profundidad y revelación en el estudio de la palabra de Dios que cuando un mensaje no colma sus expectativas, se quedan con hambre. Algunos evangelistas y predicadores itinerantes, tienen un paquete de sermones predeterminados que repiten en cada lugar. Hace poco estuve en 3 convenciones, donde coincidió que habían invitado al mismo predicador. Qué cree? En los 3 eventos predicó el mismo sermón! Una vez, llegó un predicador a un evento en nuestra región y momentos antes de subir al púlpito nos preguntó a los que organizábamos: Este sermón ya lo prediqué aquí? No importa la habilidad, el carisma y lo emocionante que sea la manera de predicar de un evangelista si su contenido no impacta los corazones. En estos tiempos donde uno puede ir al internet y escuchar a los mejores predicadores del mundo, los evangelistas y pastores tenemos que esforzarnos y mejorar cada día la forma y el contenido de nuestro mensaje. No se trata de subir irresponsablemente al púlpito y decir lo primero que se nos ocurra porque “el Espíritu” hablará por nosotros”. Hay que estudiar, saber qué quiere decir Dios, qué necesita el pueblo, apartarnos con Dios y explorar su corazón, ser transformados nosotros por la palabra que queremos que transforme a otros.
4)Todos los pastores que me invitan a sus iglesias y los que yo invito a la mía, son ministros que yo conozco. Nunca invito a alguien que no conozco. En el pasado aprendí mi lección. Yo no suelto mi púlpito fácilmente. Una vez vino uno y predicó en contra del divorcio, después supimos que él mismo era divorciado! Pero hay más, en el noventa por ciento de las invitaciones que recibo ellos me dicen el tema que necesitan que yo predique.
5)En tiempos modernos las iglesias han mejorado mucho sus servicios. Los pastores están poniendo mucho cuidado en no permitir un desfile de personas que hacen diferentes cosas en la plataforma, más bien tratan de asegurarse que la presencia de Dios gobierne la reunión, que la adoración fluya, que las personas tengan una experiencia espiritual, que se mantengan enfocados en él, con sus ojos y oídos espirituales atentos. Que cada parte del servicio conecte con la siguiente. Romper eso, para presentar a un cantante invitado que ofrecerá un mini concierto y predicará entre cada canción, es algo que muchos pastores no están dispuesto a hacer. Incluyendo el tiempo extra que esa presentación demandará. No importa que tan buen showman, dinámico o entretenido un cantante pueda ser, cuando el pueblo de Dios se reúne, todas las luces y todo lo que hacemos tiene que apuntar a engrandecerlo a él, aún los invitados. Hace poco una cantante me contactó para presentarse en mi iglesia. Tuvimos algunas reuniones con ella y su banda para planificar bien lo que iba a hacer, cómo combinarlo con nuestro servicio y ella tuvo la humildad de preguntarme cómo era nuestra manera de adorar, qué canciones cantábamos, etc. Finalmente su presentación fue una gran bendición para todos.
Qué hacer entonces? Aquí mis humildes recomendaciones.
1)Amamos y necesitamos los ministerios itinerantes. Pero tienen que renovar sus odres para traer el vino nuevo de Dios a las iglesias.
2)Las iglesias locales no son escenarios para llenar sus agendas. Son comunidades de fe en medio de procesos espirituales. Conoce a los pastores, infórmate sobre su ministerio, pregúntate cómo puedo serle de bendición? Habla con ellos no sólo para gestionar presentaciones. Llámales después, hazte amigo, envíale saludos de cumpleaños, infórmales lo que Dios está haciendo contigo en los lugares donde andas.
3)Entra en tu lugar de oración y pídele al Señor un mensaje para su pueblo. Desecha esa vieja carpeta de sermones reciclados y pídele a Dios algo nuevo y fresco. Si él te puede dar un mensaje nuevo, él mismo te va a abrir las puertas para predicarlo!
4)Mejora tus productos. Si vendes tus libros, CDs o DVD produce cosas buenas, de calidad, con excelencia. Que valgan el dinero que pides por ellas.
5)Si eres cantante no te enfoques sólo en cantar e impresionar al público: ministra. Fluye con la congregación, no la dirijas a ti, diríjelas a Dios. Hace unos meses estuve en un gran Congreso donde se presentó un famoso cantante cristiano. Su participación fue breve, precisa y ungida. Cantó dos canciones pero la gente fue impactada, se paraban, hablaban en lenguas, aplaudían, adoraban, había un electricidad tal en el ambiente que cuando el predicador tomó el micrófono el ambiente ya estaba perfectamente listo para oír la palabra de Dios. Así da gusto!
6)Como un especial tesoro, cuida la ética. Después de tu visita, nunca entres en contacto con los miembros de la iglesia para recibir o solicitar ofrendas extras. Eso te cerrará las puertas para siempre. Hazlo todo a través del pastor o autoridades de la iglesia.
7)Nunca digas que todo lo que hizo la iglesia antes de que tú llegaras no sirvió. Te van a incluir a ti en ese paquete y no te van a invitar más.
8)No distribuyas tarjetas personales a los miembros sin permiso del pastor.
9)No te enojes si no te invitan, sólo ora. No lo tomes personal, si es de Dios en el tiempo correcto él te abrirá esa puerta y serás bendición.
10)No renuncies. Si Dios te dio el ministerio que tienes deja que él lo dirija. Deja que él te represente y que él te promueva. Siempre vas a volver a una iglesia donde fuiste de bendición. Siempre.
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