Encuesta: QUÉ HACE A UN BUEN PREDICADOR?

Hice una encuesta informal y espontánea en mi página de Facebook, debido a que estoy preparando un Seminario acerca de la Predicación Relevante. La respuesta fue más de lo que esperaba. Me dije: unas 20 ó 30 respuestas estaría bien. ¡¡Pero recibí más de 150!! Leí con detenimiento cada una de las respuestas recibas. Las pueden ver aquí: www.facebook.com/andresmiranda01/posts/10155315643111191?comment_id=10155317691111191¬if_id=1532534360571662¬if_t=feed_comment Las dos preguntas que hice fueron: 1)¿Qué hace a un buen predicador? 2)¿Qué toman en cuenta a la hora de seleccionar a un predicador invitado para sus eventos? Tomé como referencia una encuesta reciente de la empresa Gallup, que entre otros resultados arrojó que el 76% de las personas dicen que van a la iglesia por causa de la predicación. Pueden ver la encuesta aquí: https://news.gallup.com/poll/208529/sermon-content-appeals-churchgoers.aspx Este es un dato novedoso, ya que hace algunos años la gente decía que iba a la iglesia por otros motivos como la fraternidad, la adoración, los programas para niños, etc. Más allá de las diferencias de contextos y culturas, hay un hecho real: la predicación ha tomado una importancia crítica. No que no la tuviera, sino que hoy en día la predicación en nuestras iglesias, más allá de que sea o no sea, “la parte más importante del culto”, tiene una relevancia crucial. Los resultados de esta consulta que hemos hecho los incluiré en un trabajo que estoy preparando que se llamará en principio, CÓMO PREDICAR UN SERMÓN RELEVANTE y que pronto estará disponible para todos los que les interese.
Allá vamos con el resultado. SI IMPORTA. La cantidad de respuestas y el nivel de éstas, confirma que el asunto de la predicación sí importa y que la gente está muy interesada y necesitada, de oír una predicación relevante. LA VARA ALTA. ¡La vara de medir para los pastores la han puesto bien alta! Leí exigencias muy interesantes, desde la preparación hasta la comunicación. Esto nos debe llevar a analizar el hecho de que la mayoría de los pastores están demasiado ocupados en otros asuntos administrativos, logísticos y de liderazgo y estoy convencido que esto ha dañado su efectividad/preparación como predicador. Uno de los grandes predicadores que conozco, el Dr. Raymond Culpepper dijo una vez que en su época de pastor, empleaba un promedio de 20 horas semanales en la preparación del sermón. Eso significa 4 horas diarias de lunes a viernes! ¡La mayoría de los pastores que conozco no podrían hacer eso! PREDICAR LA BIBLIA. La abrumadora mayoría de opiniones coinciden en que un buen predicador es aquel que predica la Biblia. La predicación bíblica sigue siendo agua fresca para el corazón de la audiencia. La gente sabe que las Escrituras contienen la palabra de Dios y quieren entenderla bien y saber cómo aplicarla a sus vidas. Me gustó lo que alguien dijo que la predicación debe ser bíblica, desafiante, fácil de digerir y de practicar y predicada con gozo, no con enojo.
RELEVANCIA O APLICACIÓN PRÁCTICA. La otra gran demanda para un buen predicador es que aplique los principios bíblicos al contexto actual y a los desafíos que preocupan a las personas hoy en día. Que la Palabra no sea sólo información, sino que también se convierta en alimento para el alma hambrienta de significado y propósito. Los discípulos dijeron a Jesús a dónde iremos, si sólo tú tienes “palabras de vida eterna”. LO QUE DAÑA LA PREDICACIÓN. De acuerdo a las respuestas recibidas, las personas no aprecian los sermones auto referenciales, es decir basados en la experiencia personal y no en la Palabra. De todos modos, algunos dijeron que un buen predicador no debe predicar lo que no ha experimentado. La gente rechaza el exceso de referencias personales que lleven la atención de la gente al predicador y no a Cristo. Este es un punto delicado. También hay un alto rechazo a la falta de preparación y a la predicación de temas o asuntos sin una fuerte base escritural. Algunos enfatizaron que un buen predicador debe estar bien familiarizado con el tema que va a enseñar, no les gusta que dependa de las notas escritas y algunos valoraron por ejemplo a la hora de seleccionar un predicador invitado, a alguien especializado en el tema que la iglesia quiere tratar. EL CONTENIDO POR ENCIMA DE LA FORMA. Una gran mayoría opinó que un buen predicador debe tener la habilidad de predicar de una manera sencilla un contenido profundo. Varios expresaron la necesidad de que el predicar traiga una palabra “fresca” o que tenga “revelación” de la palabra. Esto seguramente hace referencia a evitar la predicación trillada, reiterativa o superficial que generalmente es consecuencia de predicadores faltos de tiempo para prepararse bien o faltos de conocimiento. Varios hicieron referencia a la importancia de estar capacitado académicamente. Sin dudas que la predicación “aguada”, débil y superficial es consecuencia de una formación educativa insuficiente por parte de algunos predicadores. Algunos espiritualizan esto, diciendo que el Espíritu pondrá palabras en tu boca a la hora de predicar. ¡Yo creo que cuanto más preparada esté una persona más Dios la va a usar! Llamativamente para lo que yo esperaba, hubo pocos comentarios acerca del estilo o forma de la predicación. Sin duda la prioridad sigue siendo un buen contenido.
INTEGRIDAD CUENTA. Muchas opiniones coincidieron en que la gente no sólo está atenta a lo que el predicador dice, sino también a lo que el predicador vive. Este es un aspecto que los predicadores no debiéramos subestimar. Lo que hacemos y cómo vivimos impacta tanto como lo que decimos en el púlpito y la gente está demandando fuertemente esa coherencia. Las personas después de oírte van a observar cómo aplicas eso a tu vida. Jesús vivía lo que predicaba y predicaba lo que vivía. SENCILLEZ Y CLARIDAD. Las personas no quieren ser impresionadas con una pieza oratoria impactante o una exposición erudita. Quieren oír una palabra que conforte y confronte expresada de una manera sencilla y clara. De acuerdo con las opiniones, no es bien recibido un mensaje desde un podio de altivez u orgullo. Alguien dijo que un buen predicador es firme y humilde a la vez. NO MAS LISTOS. Una vez oí acerca de un predicador, ése no es un evangelista es un “evangelisto”. Analizando las opiniones he podido percibir una fuerte demanda por predicadores honestos, probados y de buen testimonio. Creo que a estas alturas todos estamos cansados de los “evangelistos”. Credibilidad es requerida. LO QUE EL ESPÍRITU DICE. Hay una coincidencia grande en que las personas están más interesadas en lo que el Espíritu dice a la iglesia que en la opinión personal del predicador. Otro punto delicado. Muchos enfatizaron en que un buen predicador debe estar lleno del Espíritu Santo para predicar lo que Dios quiere decir, no sólo lo que la gente quiere oír. Está claro que la mayoría de las personas no viene a la iglesia a escuchar un mensaje motivacional. Vienen a oír la Palabra de Dios. PASION Y AUTENTICIDAD. Finalmente, hay una advertencia: cuidado con las imitaciones. Hoy en día con el internet y las redes es fácil advertir si un predicador está copiando un mensaje de otro o si está imitando el estilo de otro. Varias personas expresaron la necesidad de ser auténtico y de predicar con pasión. Yo adhiero a esto con las dos manos. Tiene que haber fuego en el corazón del predicador. Esto no implica necesariamente que grite o se exalte. Pero la pasión es contagiosa y abre la mente y el corazón de la audiencia. ¿Y LA TECNOLOGIA? Otra cosa que me llamó la atención fue la poca referencia a los recursos tecnológicos . Al parecer las personas no están tan preocupadas por el uso de la tecnología, power point, video, ustream, internet, etc. De todos modos, yo no dejaría de lado este aspecto. Muchos de nosotros somos de una generación criada al sonido de la radio, pero hay otra generación visual criada con la TV y aún otra, moldeada por las redes sociales y el internet. Nosotros estamos entrenados para oír un sermón de 50 minutos o una hora. Pero las nuevas generaciones no. Hablaré de eso en mi proyecto. Así también hablaré de como predicar efectivamente a una generación visual, cómo preparar un sermón relevante, cómo elegir el tema, como desarrollar un sermón profundo de una manera sencilla y cómo entregarlo de una manera desafiante y efectiva. ¡Gracias a todos los que participaron! Manténganse en contacto, pronto les daré más novedades del Seminario Cómo Predicar un Sermón Relevante y el Manual La Predicación Relevante.

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