VOLVER A CONDUCIR

Esta mañana mi hija Estefania Miranda, volvió a conducir por primera vez desde su accidente el pasado domingo. Estos días la estuvimos llevando al trabajo porque aún tenía algunos dolores en el cuerpo. Anoche le dije, "yo te voy a llevar al trabajo mañana pero tú vas a conducir." Está bien, me dijo, yo puedo manejar. Lo hizo muy bien, calmada y atenta. Manejar en Houston a las 8 de la mañana no es fácil. Yo quería que rompiera el temor y el trauma de un choque tan violento como el que sufrió, pero a la vez pensé cuántas personas han sufrido un revés en sus vidas y ya nunca quisieron volver a intentar. Alguien que decidió no volver a casarse, por causa de un divorcio. Alguien que abandonó los negocios por causa de una quiebra. Alguien que dejó el deporte por causa de una derrota. Alguien que dejó de estudiar porque reprobó una materia. Alguien que dejó de cantar por una crítica, alguien dejó de soñar por un rechazo. Ninguno de ellos sabe en realidad cómo les habría ido porque no intentaron otra vez. Porque quedaron estacionados en el lugar de su accidente. Puedes hacer tu tienda en el pasado, o puedes moverte hacia el futuro. A veces se gana y a veces se aprende. Lo importante es seguir conduciendo.